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Wirgin
Los orígenes de ésta marca se remontan a los comienzos de la década de los años 20 del siglo pasado: corría el año 1920 cuando dos hermanos de origen polaco educados en Alemania y Suiza, Heinrich y Josef Wirgin, crearon una empresa en la localidad alemana de Wiesbaden dedicada a la producción y a la importación de cámaras fotográficas. Heinrich Wirgin tenía en ese momento 23 años, y supo combinar su experiencia anterior como empresario con sus conocimientos y habilidades en el terreno e la mecánica de precisión. Su hermano Josef, más joven, era el encargado de la parte técnica. Pasados unos años, otros dos hermanos más se añadirían a la aventura empresarial de Wirgin: Max era un doctorado en Química que llevó el area de negocio dedicado a la exportación. El más joven de todos, Wolf, llevaba el departamento financiero.
Las primeras cámaras que salieron de Wiesbaden fueron cámaras de placas y gran formato, con nombres como Gewir, Metadux, Alwe o Philos. Casi seguro que Gewir tiene su origen en el nombre de la compañia, GEbr. WIRgin. Muchas de éstas cámaras, como la Gewir, eran adaptables tanto a placas de 6.5x9 cm como a película de rollo de 120, y llevaban lentes muy rápidas para la época y el formato, como podía ser un Meyer Trioplan 105/2.9 en disparador Compur. A finales de los años 20, la edad de oro de las cámaras de placas tocaba su fin, con el consumidor cada vez más inclinado hacia las cámaras de película de rollo, más ligeras y pequeñas. Así, Wirgin se adaptó fabricando cámaras que daban negativos en formato medio, e incluso entró pronto en el "pequeño" formato de 4x4 con las pequeñas Gewirette en el 35mm con las Edinex (estas últimas, también fabricadas como Adrette para Adox).
En 1938, Adox (Fotowerke Dr. C. Schleussner GmbH) se encargó de administrar la fábrica de Wirgin puesto que los hermanos tuvieron que escapar de Alemania a causa del régimen del momento. Aún así, seguirían involucrados e incluso entrarían en el campo de las TLR. Tambien experimentaron con un nuevo descubrimiento de la época, la baquelita, con la Baky. Heinrich pudo escapar a Suiza gracias a Seppl Haas (que fuera chofer, conserje...). De allí viajaría a EEUU como "Henry" Wirgin. Aún así, no tardaría mucho hasta que la fábrica pasó a dedicarse a asuntos de guerra, como en casi todas las fábricas alemanas. Wiesbaden sufrió bombardeos bastante intensos, y la fábrica de la calle Dotzheimer fue parcialmente destruida.
Tras la guerra, Henry Wirgin volvió del exilio, refundó la empresa y compró de nuevo la fábrica (las malas lenguas de la época decían que por 33 cartones de tabaco americano) para continuar por donde se había quedado. Adox por su parte continuó fabricando cámaras en Wiesbaden-Biebrich con el equipamiento comprado en 1938.
Wirgin siguió trabajando en mejorar la Edinex de 35mm, y luego en reemplazarla por la pequeña Edina. A Kodak no le hacía mucha gracia ese nombre, por la similitud con Retina, así que la cámara se llamaría Edixa. En esa época también había una importante demanda por cámaras estéreo, así que Wirgin dijo "aus eins mach zwei" (algo así como "de uno, hagamos dos") y, juntando dos Edixa, comercializó la Edixa Stereo en tres variantes: simple, con telémetro y, en su versión más exclusiva, con telémetro y fotómetro en el mismo paquete.
En la década de los 50, Heinz Waaske se unió a Wirgin. Aprendiz en Telefunken antes de la guerra, fue reclutado y herido en el frente Este. A su regreso, y mediante referencias de un oficial administrativo de la zona ocupada por EEUU en Alemania, terminó llamando a la puerta de Wirgin en Wiesbaden (por suerte para Wirgin). La historia dice que un día Heinz dijo "Quiero diseñar una SLR" y Wirgin se lo puso en bandeja, consciente de la falta de competidor en la Alemania occidental para las Exakta y Praktica del Este. El resultado fue, en 1955, la Komet, en muchos sentidos "inspirada" en sus contrapartidas del otro lado del muro, con detalles como el botón de disparador situado en el frontal de la cámara, o el uso de rosca de 42mm para la montura de las lentes. Esa "inspiración" no era ni mucho menos aleatoria, ya que varios de los técnicos que estaban trabajando sobre los nuevos diseños provenían de Ihagee en Dresde. Uno de esos técnicos sería Otto Helfricht quien formaría parte del grupo junto a Carl Nüchterlein que, en los años 30, habían desarrollado la famosa Kine Exakta.
Sin embargo, la nueva cámara de Wirgin no podría llevar su nombre por mucho tiempo: Fitchel & Sachs protestaron porque su compañía ya tenía un producto con ese nombre (un sistema de freno para bicicletas que se ha fabricado durante casi 90 años, entre 1903 y 1991). Así que la cámara se rebautizaría con el imaginativo nombre de Edixa Reflex, de la que se harían varias versiones. Tuvo un cierto éxito que permitió a la compañía contar con cerca de 300 empleados.
Desde alrededor de 1958, Waaske había estado concentrado en el desarrollo de lo que vendría a ser la revelación en el Photokina de 1960, la Edixa Electronica, de diseño innovador y un sistema motorizado para el control automático de la exposición. Portando un disparador Synchro-Compur, era un sistema de lentes intercambiables, con posibilidad de diferentes lentes en rango focal de entre 28 y 135 mm. La Edixa Electronica sufrió un final un poco triste. Max Wirgin, que representaba en EEUU tanto a Edixa Reflex como a otras marcas, se quejó frente a Henry de forma bastante ostentosa. Lo que pasaba es que tanto Max como otros fabricantes se dieron cuenta de que la Edixa Electronica era mejor que cualquiera de las SLR existentes tanto en técnica como en diseño. Así que los colegas de profesión estaban boicoteando a Max mientras insistiera en vender su cámara, lo que hizo que Henry acabara con la Edixa Electronica hasta 1962, cuando ya era demasiado tarde y los japoneses ya estaban vendiendo cámaras completamente automáticas. Se dejó de producir en 1965, con apenas 4000 cámaras fabricadas.
Waaske, ya en aquel entonces jefe de ingenieros, también quería probar con las cámaras en miniatura, desarrollando la Edixa 16 que hoy por hoy es bastante buscada por coleccionistas. La cadena de tiendas Karstadt revendió la cámara como Alka, y cuando Henry Wirgin compró Franka la Edixa 16 también se vendió bajo esa marca.
En 1965 Waaske dejaría Wirgin, y solo 3 años despues Henry tiraría la toalla y la empresa declararía la bancarrota. La sucesora de Kamerawerk Gebr. Wirgin fue Edixa GmbH, con Otto Helfricht como jefe de fábrica. El Photokina de 1970 fue la última ocasión en la que Wirgin presentó algún producto, la TL Edixa Electrónica. Aguantarían hasta 1972. Henry Wirgin moriría en 1989 con más de 90 años, en Wiesbaden.